Cada textura, cada material, cada lugar….gran cantidad de elementos que entran en matrimonio cuando queremos alcanzar un estilo de vida preciso y concreto. Todo ello se hace visible en el momento de construir una vivienda generando unas sensaciones que vienen determinadas por el inicio de esa relación.
Perdiendo la esencia del lugar o de la luz, estamos perdiendo muchos de elementos que influyen alrededor del protagonista princial, el ser humano.
La arquitectura está pensada por y para el ser humano que habita en ella por esta razón, Manuel R. Moriche trabaja los elementos como un “artesano de las emociones” que tiene muy claro que la experiencia que genere en sus viviendas va a depender de su capacidad de integrar todos los factores que influyen en la expresión de unas sensaciones solamente descriptibles cuando la arquitectura es habitada.
Así es el trabajo en ARK Architects desde la primera emoción hasta la última pieza, para generar experiencias únicas.